La jornada de trabajo genera unos límites temporales dentro de los cuales el trabajador presta sus servicios al empleador y obtiene de este una retribución a cambio. Las Constituciones recogen usualmente que el salario debe ser suficientemente digno para afrontar las necesidades vitales del trabajador y de su familia. Exceder de manera regular o sistemática dicha jornada significa una especie de atentado hacia el trabajador, que no mejora en nada su situación por la precariedad de los salarios y hacia la propia sociedad, que ve perderse a sus ciudadanos. Esto es así en demasiados casos, y por ello muchos países, además de las instancias internacionales como la OIT o la Unión Europea, se encaminan hacia la limitación tanto de la jornada como de las horas extras, en un claro afán de preservar la salud y la dignidad de los trabajadores.
The working day generates time limits within which the worker provides his services to the employer and obtains remuneration from him in return. The Constitutions usually collect that the salary must be decent enough to meet the vital needs of the worker and his family. Regularly or systematically exceeding said working day represents a kind of attack to the worker, who does not improve his situation at all due to the precariousness of wages, and on society itself, which slowly loses its citizens. This scenario is repeated too much, and for this reason many countries, in addition to international bodies such as the ILO or the European Union, are heading towards limiting both the This scenario is repeated too much, and for this reason many countries, in addition to international bodies such as the ILO or the European Union, are heading towards limiting both the working day and overtime, in a clear desire to preserve health and the dignity of workers.